El jueves pasado fuimos al cumpleaños de una chica de la iglesia. Todo estaba lindo, había comida rica, estábamos divirtiéndonos entre amigos y además estaba mi novio. Todo feliz.
Pero todo termina, y los buenos momentos también, al menos para mí. Un par de chicos grandes empezaron a tirar a la pileta a todos y cada uno, sin distinción entre varones y chicas. Todos seguían divirtiéndose pero yo no. Me entró un pánico terrible, me faltaba el aire y mi corazón latía a mil por el solo hecho de pensar en que podían tirarme a mí también. Sufrí de enfermedades del oído y de sinusitis. Los golpes me hacen doler demasiado la cabeza. Además tenía temor a que se me diera el cráneo contra el borde.
Mi novio me advirtió que iban a tirar a todos así que decidí esconderme.

Pasaron unos minutos más y vinieron mi hermana, la cumpleañera y mi novio. Esta vez sí me encontraron y las chicas se fueron aliviadas a la fiesta. Pensé que él iba a hacer lo mismo, pero me equivoqué.
Se quedó a mi lado, se agachó y me abrazó. Me dieron ganas de llorar, de reír, de bailar. Me sentí libre y segura por el solo hecho de estar entre sus brazos y saber que había alguien que quería protegerme.
Eso es la Navidad para mí.
Antes de conocer al Salvador, yo estaba sola entre las sombras, quieta e indefensa, rodeada de oscuridad e invadida de miedo.
En Lc 19:10 dice "Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido."
Es por eso que el abrazo de mi novio me recordó a ese día en el que Jesús me rescató, me dio valor, me dio amor, me hizo comprender que para él yo soy importante. Y vos también sos importante para él.
Ya no hace falta que vivamos tratando de elegir entre el bien y el mal, con Cristo podemos elegir entre lo bueno y lo mejor. Él nos muestra su amor en el hecho de haber enviado a su Hijo a morir por nosotros a pesar de los pecados que nos esclavizaban. Es hora de arrepentirse y comenzar a seguir a el Hijo de Dios, aunque a veces sea muy difícil.
Ojalá todos conocieran este mensaje. Ojalá todos conocieran a Jesús. Si ya lo conocés, no dejes de proclamar lo que hizo por cada persona, y si no lo conocés, no te tardes en saber lo que hizo por vos y con cuánto amor Dios te ama. "Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia." Jr 31:3.
Saludos a todos!! y feliz Navidad :D
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Quiero saber qué pensás :)